Translate

jueves, 28 de enero de 2016

¿Artista o artesano?


Escribo estas líneas con una cierta preocupación… he escuchado a varias personas denominar a los artistas proféticos como artesanos, bajo la cuestionable premisa de que el concepto “artista” corresponde a los artesanos que rinden sus talentos al sistema babilónico.
Con respecto a la diferencia entre artista y artesano, quisiera aclarar que ninguno de los dos conceptos es malo, ya que ambos, artesanos y artistas, cumplen roles muy importantes en la sociedad, sin embargo, no los podemos ni debemos confundir.
Artistas y artesanos son muy diferentes, a pesar de que la raíz latina de ambas palabras es la misma (ars) la cual hace referencia a una técnica. Artesanía viene de artis y manus, ambas palabras de origen latín y que juntas significarían algo así como “técnica manual” o “arte con las manos”. Esta definición etimológica ha definido la labor del artesano durante muchos siglos, al punto de que no hay mayores variantes en el oficio artesanal, ya que este se apega a la tradición técnica. Por contraparte, desde el siglo XV que el concepto de artista ha tomado distintos significados y connotaciones en el tiempo. Cada siglo tuvo quiebres en los conceptos de arte y artista, siendo el artista un protagonista de los cambios históricos, sociales, ideológicos, económicos y políticos de su época. Ya desde las vanguardias de principios del siglo XX, que los artistas comenzaron a prescindir de la técnica, para darle preponderancia al contenido conceptual de la obra. Esto es muy drástico e impensable para un artesano, el cual debe su oficio a la técnica y a la utilidad de los objetos que crea.
De esto podemos desprender otro paradigma obsoleto, y es el pretender darle el nombre de arte a la técnica. Por ejemplo, en la plaza de armas de mi país, hay una gran cantidad de pintores, pero la mayoría de estos podrían ser considerados artesanos, porque a partir de la técnica manual y tradicional de la pintura confeccionan un objeto (cuadro), el cual tiene por fin utilitario la decoración de un espacio. Digo esto, ya que no todo aquel que pinta es artista, hay muchos artistas que nunca han tomado un pincel, sin embargo, sus obras buscan trazar en el espíritu una serie de ideas que no dejan indiferentes a los espectadores. Con esto no menosprecio la labor de los artesanos pictóricos, de hecho, pienso que es muy importante, ya que veo con muy buenos ojos la decoración a partir de las técnicas pictóricas, pero la técnica no los constituye en artistas.

Por otro lado, el concepto de artesano, por el hecho de estar ligado implícita y explícitamente al concepto de artesanía, deja afuera a todo aquel que no desempeñe una técnica manual tradicional, como quien se dedique al canto, actuación, literatura, performance, instalación, entre otros. Este concepto limita a un campo demasiado reducido las posibilidades de expresión.
También existe la idea de que no debemos usar el término “artista”, ya que estos se han entregado a darle placer al mundo y al sistema. No podemos negar que esto ha ocurrido mucho durante los siglos, pero creo que es un error muy religioso el generalizar, sobre todo, cuando labores tan bellas como las disciplinas artísticas, fueran tan maltratadas por la Iglesia, al punto de condenar a quien las practicara o estudiara. Por otro lado, si esa fuera la vara para medirlo todo, ningún cristiano debería usar el concepto de abogado, médico, historiador, profesor, científico ni cualquier otro, ni siquiera el de pastor, profeta, maestro, apóstol o evangelista, ya que durante siglos hemos visto a un montón que ejerciendo alguna de estas labores se ha entregado a darle placer al mundo y al sistema. Pero no todos son así, y por eso entendemos que Dios puede llamar a alguien a cualquiera de estas áreas, y nombrar su oficio con plena pureza.
Existen tanto los artistas como los artesanos del Reino. Cumplen funciones diferentes, porque son diferentes, es un error pretender anular a uno o al otro, ya que necesitamos a ambos. Y Aunque en la práctica sean distintos, para ambos la consigna es la misma, dar testimonio del Cristo, sea a partir de un objeto utilitario o de una obra, lo importante es que el Cristo sea anunciado en todo y por todos.

ver MANIFIESTO DE ARTE PROFÉTICO




No hay comentarios:

Publicar un comentario