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jueves, 23 de mayo de 2013

El arte del Espíritu (3/3)

En los artículos anteriores, he escrito sobre como el artista plasma sus necesidades visuales (retinianas, físicas) y almáticas (ideológicas, intelectuales y sentimentales) en su obra de arte. Teniendo la influencia del cuerpo y del alma ya más o menos hablados, es correcto hablar de como lo espiritual se manifiesta en la obra de un artista.
Los tres elementos (del espíritu, alma y cuerpo) están presentes en toda obra de arte, pero en distinta proporción. Hay artistas que ponen mucho énfasis en lo visual (experiencia retiniana) como en el Op art, otros proyectan lo que hay contenido en su alma, y otros dan énfasis a lo que viene desde su espíritu. Siempre están estas tres áreas en la obra, aunque en algunas  sea difícil distinguirlas claramente.
El ser humano es un ser ESPIRITUAL, que posee un alma y un cuerpo. Su cuerpo es el que le permite concretarse físicamente, mientras que su alma es una especie de interfaz o bisagra, que une lo espiritual con lo natural. Todo lo que un individuo hace esta condicionado por lo que hay en su espíritu. Lo que hay en el espíritu del hombre se proyecta en lo que este hace, tanto con su cuerpo como con su alma. La obra de arte esta afectada completamente de lo que hay contenido en el ser espiritual del hombre. Es así como el artista, sea cual sea su disciplina, "crea" su obra a partir de lo su alma ha recibido desde lo espiritual en él. Todo lo que el artista contiene o decide contener en lo espiritual, se manifestará en su alma y en cuerpo, y por consiguiente en su obra. 
Por ejemplo, la música punk, espiritualmente está llena de rebelión. Bajo el espíritu de la rebelión se concibe un ritmo, una melodía, una armonía y una letra determinada. Aunque el "espectador" para simplemente concordar ideológicamente con la letra de cierta canción, en realidad no solo esta concordando, si no que a la vez esta decidiendo ser impartido por toda la rebelión que la canción en si misma contiene, dado a que esta fue creada desde este espíritu.
En las artes visuales pasa exactamente lo mismo. La obra, sea cual sea su tipo, es creada desde una influencia espiritual, la cual es determinada por la condición espiritual de su autor. Aunque no en todas las obras predomina una manifestación y/o representación espiritual, siempre estará presente de una u otra forma lo que hay en el espíritu del artista. Esto es muy relevante, dado a que el espectador abre su ser, espíritu, alma y cuerpo ante la obra, dejándose influenciar por los colores, las formas, los sonidos, los olores,     y todos los estímulos que la obra transmita. Esto hace que sobre el artista caiga la responsabilidad de autocuestionar la fuente espiritual desde la cual esta creando, y si es que esa es la fuente desde la cual quiere que el espectador de su obra beba.
Un emblemático ejemplo es el famoso cuadro titulado "El Grito" (1893), del noruego Edvard Munch.(1863-1944). Para que una obra logre hacer un eco significativo en el espectador, esta debe estar hecha de manera genuina, sin querer imitar nada que el autor no contenga en sí mismo. Es así como esta obra ha marcado la historia de la visualidad, porque es un icono de la desesperación del hombre. Munch, en 1982, escribe lo siguiente en su diario: 
Edvard Munch1893
Óleotemple y pastel sobre cartón • Expresionismo
91 cm × 74cm
Galería Nacional de Oslo, Bandera de Noruega Noruega
“Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.”

Munch, hasta ese momento llevaba una tormentosa vida, marcada por tragedias, el describe de esta forma su existencia: “La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me siguieron durante toda mi vida”. Dime si a caso esta obra no fue escrita desde el espíritu de la "Desesperanza", de la "Tristeza" y el "Sufrimiento". Esta obra fue pintada a partir de un alma espiritualmente encarcelada en el "Dolor" y la "Desesperación", y

precisamente eso es lo que esta transmitiendo a un espectador que se abre ante esta pintura. 
El alma finalmente es quién traduce lo que esta pasando en el espíritu del artista, y lo lleva a imágenes, formas, colores, sonidos, narraciones, poemas, etc, etc. 

El artista logra transmitir lo que espiritualmente lo gobierna, sea bueno o malo, beneficioso o dañino para el espectador, por esto, el artista debe saber desde que posición espiritual esta creando, y a su vez el espectador debería discernirlo, y en base a su discernimiento decidir abrirse o cerrarse a admirar, contemplar y dejarse impartir por la obra.