Muchas veces pensamos que la realidad es esencialmente aquello que podemos ver o tocar. Reducimos nuestro concepto de realidad a aquello que se puede percibir por medio de los sentidos corporales, limitándonos de esta forma a nuestra naturaleza física, carnal, animal.
El ser humano es esencialmente espiritual, y esta condición hace que tenga la capacidad de percibir el mundo espiritual, pero a través de su espíritu, de su ser interior. El mundo espiritual esta moviéndose todo el tiempo, y esta influyendo directamente al mundo natural, ya que están conectados.
La raíz de todo lo que vemos tiene su origen en lo que no vemos. Es así, lo visible y tangible para el cuerpo, una manifestación de lo invisible y tangible para el espíritu.
Cuando hablo de lo invisible, en realidad no me refiero a que algo no se puede ver, más bien me refiero a que algo no se puede ver con los ojos naturales, pero que es totalmente visible a los ojos del espíritu.
La biblia dice que Dios es espíritu, y que para entender lo profundo del espíritu de Dios, es necesario que lo haga desde mi espíritu. La mente y la razón vienen recién a tratar de decodificar la inmensidad de la profundidad de Él, aunque claramente, ni el lenguaje ni los raciocinios alcanzan a expresar la experiencia espiritual con el Creador.
El artista, puede tomar la experiencia espiritual con Dios, como el leitmotiv de su obra. Esta decisión no lo convierte en un productor de arte religioso, traduciendo su conocimiento intelectual de Dios en "iconografías teológicas", sino que más bien lo puede llevar a producir su obra (de la disciplina que sea), a partir del testimonio que esta manifiesta de la experiencia de Jesucristo, compartiendo de esta forma su experiencia, con el espectador, logrando hacer que este experimente una porción de lo vivido por el artista/testigo espiritual.
Esta acción, de ver y hacer, hace que el artista se vuelva un testigo de lo espiritual, ya que la obra da testimonio de la experiencia con Dios. Esto no solo es interesante por la temática abordada en la obra, sino que también porque obliga al artista a moverse como un profeta, haciéndose cargo del contenido de su obra, entendiendo que ya no solo habla por él mismo, sino que esta haciendo parte a Dios de su re-presentación visual, sonora, literaria, o cual sea el formato.
En próximas entradas abordaré el problema de la Re-Presentación del arte del Espíritu.
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lunes, 31 de marzo de 2014
martes, 11 de febrero de 2014
Los Cultivos del Arte
Las artes son una de las manifestaciones más importantes que tiene una cultura, ya que muestra a través de sus diversos recursos, el pensamiento, el imaginario y el espíritu que un determinado segmento de gente posee. El papel de las artes es muy importante, ya que no solo manifiesta una cultura, sino que también cumple un rol cultural formativo, a través del contenido formal y espiritual que los artistas despliegan a través de su obra.
Toda obra artística es un fruto. Quien come de este fruto esta siendo nutrido por la sustancia espiritual que dio a luz este fruto, el cual proviene de un árbol específico. Así como al comer de una manzana o de un racimo de uvas, tengo acceso a sus semillas, y estas las puedo plantar y cultivar en la tierra para tener manzanos y vides que produzcan frutos, de la misma forma, al comer de una obra de arte, sea sonora, visual o de cualquier tipo, yo estoy recibiendo la sustancia espiritual que el artista depositó en su obra, pero también recibo sus semillas, las cuales pueden ser plantadas en lo más profundo de mi ser, haciendo que las tierras de mi alma comiencen a producir los frutos que esta semilla contiene.
En toda esta figura, los artistas son como ramas, que llevan frutos, pero sus frutos dependen del árbol espiritual al cual están unidos, el cual nutre el espíritu, alma y cuerpo del artista, quién manifestará los frutos del árbol en sus obras.
La personas, al devorar las manifestaciones artísticas, están a su vez, dejándose cultivar. No hay cultivo que no produzca una cultura, por lo tanto al dejarme cultivar por los frutos de un artista, en realidad estoy permitiendo que este modele mis parámetros culturales, hasta hacerme producir los mismos frutos que él puso en mi. Esto no es menor, porque los frutos de una persona son sus actos, su conducta, sus palabras, sus decisiones, su personalidad, sus relaciones, etc.

Vean como las artes escénicas, a través de las teleseries, han modelado los parámetros culturales de nuestra sociedad. Estas manifiestan vicios sociales, como las infidelidades, las difunciones familiares, los problemas con la drogadicción, etc., pero no solo manifiestan estos problemas, sino que a la vez siembran diariamente las semillas de estos en los campos del alma de la gente, modificando sutilmente su conducta y pensamientos, a los parámetros que "simpáticamente" les presentan.
Si eres espectador, te recomiendo no comer de cualquier fruto, sea de un músico, pintor, actor, etc.
Si eres artista te recomiendo que no te unas a cualquier árbol, ningún árbol que produzca muerte te será provechoso, hará que tus frutos sean amargos, y sus semillas no llevarán gozo.
viernes, 1 de noviembre de 2013
Prophetic Art Manifesto
This
manifesto expresses the principles that support prophetic art, and the
spiritual frames to truly name a piece of art as prophetic.
We believe that prophetic art is the visual, sonorous, object, sensory and conceptual expression and representation of the person and will of Christ upon a place and people in a specific time. In this way, we’ d say that prophetic art cannot rely just on one artist / prophet’s soul because the heart is not infallible and it must be transformed. The artist /prophet´s heart hast to be measured and examined by the church from a spiritual understanding.
According to Revelation (19:10), any prophetic manifestation comes to give testimony of Jesus, so to make known and specific truth. It is revealed in the spirit, and it is manifested to the natural world throughout the work of art.
Throughout the piece of art, the artist joins heaven and heart’s will, and because of it the piece becomes something truly prophetic. It is a prophetic action. We declare that prophetic art is based on revelation, and you get it when you worship to God in an intimate way (contemplation). In these times, the artist must perceive the spiritual reality and what God wants to be represented or presented from the Spirit.
We accept as true that the artist can be considered as a prophet, and he / she is able to perceive the mind and thoughts of the Spirit of God from his / her own spirit without any drug to decrease or reduce the levels of consciousness. As a consequence, the artist has to be really careful with the revelation that he / she receives. He/ she cannot infect and contaminate it. He / she has to give the right emphasis to the work of art to have a piece that manifests justice.
Having all these in mind, we´d say that the artistic strategies are free inside prophetic art, in any discipline (painting, sculpture, sounds, theatre, literature, dance, performance, narrations, etc. but they have to be conceived from values based on biblical principles. They cannot be against biblical principles.
We believe that prophetic art is the visual, sonorous, object, sensory and conceptual expression and representation of the person and will of Christ upon a place and people in a specific time. In this way, we’ d say that prophetic art cannot rely just on one artist / prophet’s soul because the heart is not infallible and it must be transformed. The artist /prophet´s heart hast to be measured and examined by the church from a spiritual understanding.
According to Revelation (19:10), any prophetic manifestation comes to give testimony of Jesus, so to make known and specific truth. It is revealed in the spirit, and it is manifested to the natural world throughout the work of art.
Throughout the piece of art, the artist joins heaven and heart’s will, and because of it the piece becomes something truly prophetic. It is a prophetic action. We declare that prophetic art is based on revelation, and you get it when you worship to God in an intimate way (contemplation). In these times, the artist must perceive the spiritual reality and what God wants to be represented or presented from the Spirit.
We accept as true that the artist can be considered as a prophet, and he / she is able to perceive the mind and thoughts of the Spirit of God from his / her own spirit without any drug to decrease or reduce the levels of consciousness. As a consequence, the artist has to be really careful with the revelation that he / she receives. He/ she cannot infect and contaminate it. He / she has to give the right emphasis to the work of art to have a piece that manifests justice.
Having all these in mind, we´d say that the artistic strategies are free inside prophetic art, in any discipline (painting, sculpture, sounds, theatre, literature, dance, performance, narrations, etc. but they have to be conceived from values based on biblical principles. They cannot be against biblical principles.
This is an adaptation from Spanish (see previous entry)
jueves, 31 de octubre de 2013
Manifiesto del Arte Profético
En este manifiesto
se expresan los principios que sostienen al arte profético, y que generan un
marco espiritual para quien llame a su obra con este denominativo.
Creemos que el
arte profético es la expresión y representación visual, sonora, objetual,
sensorial y conceptual de la persona y de la voluntad de Jesucristo para un
lugar y/o personas en un momento específico. Siendo así el arte profético no
puede confiarse netamente al alma de un solo artista/profeta, dado a que el
corazón de nadie es infalible e incorrupto en plenitud, siempre esta sujeto a
ser pesado, y la Iglesia es la más indicada para hacerlo, pero siempre desde un
entendimiento espiritual.
Conforme a lo escrito en el libro de
Apocalipsis (19:10) lo profético viene a dar testimonio de Jesucristo, por lo
tanto viene a dar a conocer una Verdad específica, que se revela en el
Espíritu, y que se manifiesta en lo natural a través de la obra, uniendo en
esta, la voluntad del cielo con la tierra, haciendo que la obra toma el rasgo
de acción o acto profético vigente.
Declaramos que el Arte
Profético se fundamenta sobre el principio de la revelación, que se logra en
los tiempos de adoración y de intimidad (contemplación) con Dios, situaciones
en las que el artista debe percibir la realidad espiritual y la voluntad que
Dios quiere que sea representada o presentada, a partir de esta realidad del
Espíritu.
Creemos que el
artista cumple la función de un profeta, el cual desde su propio espíritu puede
percibir la mente y los pensamientos del Espíritu de Dios, sin la necesidad de
bajar sus niveles de conciencia (estado de conciencia alterado) a través de
drogas o estupefacientes. Debido a esto, la revelación que este manifieste debe
procurar no contaminarla de ninguna manera, sino que más bien debe darle el
énfasis correcto y de la manera correcta, para que la obra manifieste
justicia.
Siendo así, las
estrategias artísticas son libres en el arte profético, sea cual sea la
disciplina (pintura, escultura, sonidos, artes escénicas, literatura, danza,
performance, narraciones, etc.), siempre y cuando sea desde una plataforma
valórica, fundamentada en los principios bíblicos, y que no vayan contra estos.
31 de octubre de 2013
Ver video sobre Arte Profético
31 de octubre de 2013
Ver video sobre Arte Profético
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http://www.youtube.com/watch?v=4_YPKxhpPiY |
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viernes, 27 de septiembre de 2013
El arte desde lo Profético
El arte es en esencia profético. Un artista funcionará como profeta según la medida en que su arte este más relacionado a su ser espiritual, por lo cual percibirá de mejor manera el mundo espiritual, sea conciente de esto o no. Las notas anteriores a esta, hacen referencia a estos tres elementos que se conjugan en la obra de un artista, los visual, lo almático-ideológico y lo espiritual. Siempre están presente los tres pero en diferentes proporciones.
El artista es sensible a su entorno social y espiritual, y en es capaz de absorver lo que lo rodea, y expresarlo a través de su obra. Insisto, puede no ser plenamente consciente de que esta manifestando una realidad espiritual, pero sensibilidad lo lleva a hacer.
¿Que es lo profético?
Lo profético es basicamente manifestar de manera premeditada o no, una realidad espiritual. Esta realidad espiritual puede ser bastante amplia, dado a que puede abarcar desde lo macro, como un continente, naciones, ciudades, hasta lo micro, como una familia o la propia vida del profeta.
La Biblia dice que la esencia de lo profético es el dar testimonio de JesuCristo (Apoc. 19.11). Bajo esta concepción, podemos decir que el arte Profético es dar testimonio de como JesuCristo ve un algo, una temática, una persona, una ciudad, un país.
Todas las expresiones basadas en el conocimiento espiritual que no vienen a dar testimonio de JesuCristo, no pueden considerarse proféticas, aunque se este prediciendo algún acontecimiento futuro o que se yo, eso se puede considerar como hechicería o chamanismo. Es la versión torcida del arte profético en su estado puro.
Finalmente el Arte Profético surge de una relación profundamente íntima con Dios, en la cual el artista recibe revelación de qué quiere Jesús. La etapa siguiente, es dar testimonio de lo que recibió en su espiritu a través de una representación sonora, visual, poética, performática, dramática, etc. La intimidad con el Creador permite al atista ser más creativo, y lo lleva a descontaminarse de las nociones intelectuales limitadas del hombre, para entrar en lo eterno y elevado de Él.
El artista es sensible a su entorno social y espiritual, y en es capaz de absorver lo que lo rodea, y expresarlo a través de su obra. Insisto, puede no ser plenamente consciente de que esta manifestando una realidad espiritual, pero sensibilidad lo lleva a hacer.
¿Que es lo profético?
Lo profético es basicamente manifestar de manera premeditada o no, una realidad espiritual. Esta realidad espiritual puede ser bastante amplia, dado a que puede abarcar desde lo macro, como un continente, naciones, ciudades, hasta lo micro, como una familia o la propia vida del profeta.
La Biblia dice que la esencia de lo profético es el dar testimonio de JesuCristo (Apoc. 19.11). Bajo esta concepción, podemos decir que el arte Profético es dar testimonio de como JesuCristo ve un algo, una temática, una persona, una ciudad, un país.
Todas las expresiones basadas en el conocimiento espiritual que no vienen a dar testimonio de JesuCristo, no pueden considerarse proféticas, aunque se este prediciendo algún acontecimiento futuro o que se yo, eso se puede considerar como hechicería o chamanismo. Es la versión torcida del arte profético en su estado puro.
Finalmente el Arte Profético surge de una relación profundamente íntima con Dios, en la cual el artista recibe revelación de qué quiere Jesús. La etapa siguiente, es dar testimonio de lo que recibió en su espiritu a través de una representación sonora, visual, poética, performática, dramática, etc. La intimidad con el Creador permite al atista ser más creativo, y lo lleva a descontaminarse de las nociones intelectuales limitadas del hombre, para entrar en lo eterno y elevado de Él.
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El Messiah de Handel´s, más conocido como "Aleluya", nació despues de un lar tiempo de ayuno y oración, en que el autor dijo: "Creo que he visto el cielo delante de mí, y también a Dios." Esta impresionante pieza musical la hizo solo en 23 días. http://www.youtube.com/watch?v=RZoQTevmiaU |
jueves, 23 de mayo de 2013
El arte del Espíritu (3/3)
En los artículos anteriores, he escrito sobre como el artista plasma sus necesidades visuales (retinianas, físicas) y almáticas (ideológicas, intelectuales y sentimentales) en su obra de arte. Teniendo la influencia del cuerpo y del alma ya más o menos hablados, es correcto hablar de como lo espiritual se manifiesta en la obra de un artista.
Los tres elementos (del espíritu, alma y cuerpo) están presentes en toda obra de arte, pero en distinta proporción. Hay artistas que ponen mucho énfasis en lo visual (experiencia retiniana) como en el Op art, otros proyectan lo que hay contenido en su alma, y otros dan énfasis a lo que viene desde su espíritu. Siempre están estas tres áreas en la obra, aunque en algunas sea difícil distinguirlas claramente.
El ser humano es un ser ESPIRITUAL, que posee un alma y un cuerpo. Su cuerpo es el que le permite concretarse físicamente, mientras que su alma es una especie de interfaz o bisagra, que une lo espiritual con lo natural. Todo lo que un individuo hace esta condicionado por lo que hay en su espíritu. Lo que hay en el espíritu del hombre se proyecta en lo que este hace, tanto con su cuerpo como con su alma. La obra de arte esta afectada completamente de lo que hay contenido en el ser espiritual del hombre. Es así como el artista, sea cual sea su disciplina, "crea" su obra a partir de lo su alma ha recibido desde lo espiritual en él. Todo lo que el artista contiene o decide contener en lo espiritual, se manifestará en su alma y en cuerpo, y por consiguiente en su obra.
Por ejemplo, la música punk, espiritualmente está llena de rebelión. Bajo el espíritu de la rebelión se concibe un ritmo, una melodía, una armonía y una letra determinada. Aunque el "espectador" para simplemente concordar ideológicamente con la letra de cierta canción, en realidad no solo esta concordando, si no que a la vez esta decidiendo ser impartido por toda la rebelión que la canción en si misma contiene, dado a que esta fue creada desde este espíritu.
En las artes visuales pasa exactamente lo mismo. La obra, sea cual sea su tipo, es creada desde una influencia espiritual, la cual es determinada por la condición espiritual de su autor. Aunque no en todas las obras predomina una manifestación y/o representación espiritual, siempre estará presente de una u otra forma lo que hay en el espíritu del artista. Esto es muy relevante, dado a que el espectador abre su ser, espíritu, alma y cuerpo ante la obra, dejándose influenciar por los colores, las formas, los sonidos, los olores, y todos los estímulos que la obra transmita. Esto hace que sobre el artista caiga la responsabilidad de autocuestionar la fuente espiritual desde la cual esta creando, y si es que esa es la fuente desde la cual quiere que el espectador de su obra beba.
Un emblemático ejemplo es el famoso cuadro titulado "El Grito" (1893), del noruego Edvard Munch.(1863-1944). Para que una obra logre hacer un eco significativo en el espectador, esta debe estar hecha de manera genuina, sin querer imitar nada que el autor no contenga en sí mismo. Es así como esta obra ha marcado la historia de la visualidad, porque es un icono de la desesperación del hombre. Munch, en 1982, escribe lo siguiente en su diario:
“Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.”
Munch, hasta ese momento llevaba una tormentosa vida, marcada por tragedias, el describe de esta forma su existencia: “La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me siguieron durante toda mi vida”. Dime si a caso esta obra no fue escrita desde el espíritu de la "Desesperanza", de la "Tristeza" y el "Sufrimiento". Esta obra fue pintada a partir de un alma espiritualmente encarcelada en el "Dolor" y la "Desesperación", y
precisamente eso es lo que esta transmitiendo a un espectador que se abre ante esta pintura.
El alma finalmente es quién traduce lo que esta pasando en el espíritu del artista, y lo lleva a imágenes, formas, colores, sonidos, narraciones, poemas, etc, etc.
El artista logra transmitir lo que espiritualmente lo gobierna, sea bueno o malo, beneficioso o dañino para el espectador, por esto, el artista debe saber desde que posición espiritual esta creando, y a su vez el espectador debería discernirlo, y en base a su discernimiento decidir abrirse o cerrarse a admirar, contemplar y dejarse impartir por la obra.
Los tres elementos (del espíritu, alma y cuerpo) están presentes en toda obra de arte, pero en distinta proporción. Hay artistas que ponen mucho énfasis en lo visual (experiencia retiniana) como en el Op art, otros proyectan lo que hay contenido en su alma, y otros dan énfasis a lo que viene desde su espíritu. Siempre están estas tres áreas en la obra, aunque en algunas sea difícil distinguirlas claramente.
El ser humano es un ser ESPIRITUAL, que posee un alma y un cuerpo. Su cuerpo es el que le permite concretarse físicamente, mientras que su alma es una especie de interfaz o bisagra, que une lo espiritual con lo natural. Todo lo que un individuo hace esta condicionado por lo que hay en su espíritu. Lo que hay en el espíritu del hombre se proyecta en lo que este hace, tanto con su cuerpo como con su alma. La obra de arte esta afectada completamente de lo que hay contenido en el ser espiritual del hombre. Es así como el artista, sea cual sea su disciplina, "crea" su obra a partir de lo su alma ha recibido desde lo espiritual en él. Todo lo que el artista contiene o decide contener en lo espiritual, se manifestará en su alma y en cuerpo, y por consiguiente en su obra.
Por ejemplo, la música punk, espiritualmente está llena de rebelión. Bajo el espíritu de la rebelión se concibe un ritmo, una melodía, una armonía y una letra determinada. Aunque el "espectador" para simplemente concordar ideológicamente con la letra de cierta canción, en realidad no solo esta concordando, si no que a la vez esta decidiendo ser impartido por toda la rebelión que la canción en si misma contiene, dado a que esta fue creada desde este espíritu.
En las artes visuales pasa exactamente lo mismo. La obra, sea cual sea su tipo, es creada desde una influencia espiritual, la cual es determinada por la condición espiritual de su autor. Aunque no en todas las obras predomina una manifestación y/o representación espiritual, siempre estará presente de una u otra forma lo que hay en el espíritu del artista. Esto es muy relevante, dado a que el espectador abre su ser, espíritu, alma y cuerpo ante la obra, dejándose influenciar por los colores, las formas, los sonidos, los olores, y todos los estímulos que la obra transmita. Esto hace que sobre el artista caiga la responsabilidad de autocuestionar la fuente espiritual desde la cual esta creando, y si es que esa es la fuente desde la cual quiere que el espectador de su obra beba.
Un emblemático ejemplo es el famoso cuadro titulado "El Grito" (1893), del noruego Edvard Munch.(1863-1944). Para que una obra logre hacer un eco significativo en el espectador, esta debe estar hecha de manera genuina, sin querer imitar nada que el autor no contenga en sí mismo. Es así como esta obra ha marcado la historia de la visualidad, porque es un icono de la desesperación del hombre. Munch, en 1982, escribe lo siguiente en su diario:
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Munch, hasta ese momento llevaba una tormentosa vida, marcada por tragedias, el describe de esta forma su existencia: “La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me siguieron durante toda mi vida”. Dime si a caso esta obra no fue escrita desde el espíritu de la "Desesperanza", de la "Tristeza" y el "Sufrimiento". Esta obra fue pintada a partir de un alma espiritualmente encarcelada en el "Dolor" y la "Desesperación", y
precisamente eso es lo que esta transmitiendo a un espectador que se abre ante esta pintura.
El alma finalmente es quién traduce lo que esta pasando en el espíritu del artista, y lo lleva a imágenes, formas, colores, sonidos, narraciones, poemas, etc, etc.
El artista logra transmitir lo que espiritualmente lo gobierna, sea bueno o malo, beneficioso o dañino para el espectador, por esto, el artista debe saber desde que posición espiritual esta creando, y a su vez el espectador debería discernirlo, y en base a su discernimiento decidir abrirse o cerrarse a admirar, contemplar y dejarse impartir por la obra.
jueves, 25 de abril de 2013
Plasmando el alma (2/3)
Las inquietudes y convicciones del alma quedan plasmadas en la obra de arte. El alma contiene tres áreas muy importantes (viéndolo a modo general), estas son las emociones (corazón), los pensamientos (mente) y las decisiones (voluntad).
En la obra de arte estás tres áreas son reconocibles, aunque suele predominar alguna de ellas. La voluntad se pone de manifiesto en cada decisión formal-técnica y formal-espiritual que el artista toma al realizar la obra de arte. La voluntad esta en toda obra, desde el momento en que el artista decide expresarse, y desde que decide pintar y no esculpir, o escribir en vez de pintar. Es innegable la existencia de la voluntad humana en el arte. La voluntad funciona en pos de lo que hay en el corazón y en la mente del artista.
El alma logra
plasmarse en la obra de arte, sea de la disciplina que sea, y este o no consciente
el artista de esto. Tanto un cuadro como una obra musical están impregnados por
lo que hay en el corazón o en la mente del artista. Lo que el artista tiene en
su interior queda registrado en su obra.
Muchas veces predomina
el corazón, y cada sentimiento que hay en él. Las obras en las que predominan
los sentimientos que genuinamente están en el corazón del artista, suelen ser
llamativas para el espectador, y generan una empatía emocional con quién la
mira. No pasa lo mismo cuando el artista trata de expresar algo que no hay en
su interior, sea por encargo o por algún mero interés. Estás obras suelen ser
artificiales, vacías en lo que transmiten, y no logran una empatía emocional
con el espectador, y su única defensa como obra tendría que ser algún aspecto
técnico llamativo a la retina o al oído del espectador.
Un ejemplo de esto es la excepcional pintura del maestro holandés Rembrandt Van Rijn, "El buey desollado". Esta obra es impactante, esta cargada de emotividad, sin haber un rostro humano en el cuadro, ni una palabra escrita, sin embargo esta obra de pequeño formato es capaz de transmitir con tal fidelidad el dolor que el artista tenía en una época determinada de su vida, cargada por una inminente ruina financiera y la muerte de su esposa. Rembrandt a plasmado la angustia de su alma en la imagen de un buey desollado, que transmite sensaciones tan impactantes como "Los Desastres de la Guerra" de Francisco de Goya, pero sin representar a la figura humana. Este cuadro a sido citado en muchísimas ocaciones por artistas de renombre, tanto en el siglo XX como en nuestro siglo.
Los pintores del Romanticismo también transmitían mucha emotividad en sus obras, ensalzando lo sublime de la naturaleza ante la figura del hombre. El pintor romántico alemán Caspar Friederich, sabía que podía a través del género del paisaje, transmitir sus convicciones políticas y espirituales. Este pintor protestante, buscaba simbolizar aspectos de Dios, como la luz, la eternidad, y dar a conocerlo como el camino que el hombre debe seguir. Friederich esta pintando lo que espiritualmente a sido plamado en su alma, sus convicciones.
Otro caso emblemático es "El juramento de los Horacios", del pintor francés Jacques-Louis David. Esta pintura de gran formato, fue presentada en París en 1784, y causó tal impacto en la sociedad parisina, que hoy entendemos que fue un ícono potente para las cosignas que desencadenarían la revolución francesa (1789). La obra de David, estaba cargada de sus convicciones políticas, y estas se transmitían a quienes apreciaban su obra. Su pintura gritaba más fuerte que un discurso real, y arengaba más que la voz de los parlamentarios. Las convicciones políticas y sociales insataladas en el corazón y en la mente de David estaba en cada una de sus obras.
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El buey desollado Rembrandt Van Rijn, 1655 Óleo sobre madera. 94X69cm Museo de Louvre, Paris |
Los pintores del Romanticismo también transmitían mucha emotividad en sus obras, ensalzando lo sublime de la naturaleza ante la figura del hombre. El pintor romántico alemán Caspar Friederich, sabía que podía a través del género del paisaje, transmitir sus convicciones políticas y espirituales. Este pintor protestante, buscaba simbolizar aspectos de Dios, como la luz, la eternidad, y dar a conocerlo como el camino que el hombre debe seguir. Friederich esta pintando lo que espiritualmente a sido plamado en su alma, sus convicciones.
Otro caso emblemático es "El juramento de los Horacios", del pintor francés Jacques-Louis David. Esta pintura de gran formato, fue presentada en París en 1784, y causó tal impacto en la sociedad parisina, que hoy entendemos que fue un ícono potente para las cosignas que desencadenarían la revolución francesa (1789). La obra de David, estaba cargada de sus convicciones políticas, y estas se transmitían a quienes apreciaban su obra. Su pintura gritaba más fuerte que un discurso real, y arengaba más que la voz de los parlamentarios. Las convicciones políticas y sociales insataladas en el corazón y en la mente de David estaba en cada una de sus obras.
Así mismo pasa con la música, con el teatro, con las letras,
con el cine, etc. Las obras de arte, sea cual sea su lenguaje, han sido
marcadas por el alma de quién las creo. Esto hace a los artistas más
responsables de lo que presentan. Una obra visual o musical puede desatar un
revolución, envolver a toda una generación en ira, como también puede traer
reconciliación y esperanza a una sociedad.
No existe obra de arte que no este condicionada por lo que
hay en el corazón y en la mente del artista.
Monje a la orilla del mar (1808-1809)
Caspar Friederich
Óleo sobre tela
110x171.5cm
Berlin
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